Seguramente te ha pasado: estás disfrutando de un momento de caricias con tu gato y, de repente, ¡zas!, te sorprende con una mordida sin motivo aparente. No te preocupes, no eres el único. En este #LivelongTip te explicamos algunas razones de este comportamiento felino y cómo manejarlo:
- Sobreestimulación:
A diferencia de los perros, los gatos tienen un umbral de tolerancia a las caricias. Acariciarlos demasiado tiempo o en zonas sensibles puede causar sobreestimulación, y ellos reaccionan mordiendo para expresar que necesitan un descanso. - Juego instintivo:
Los gatos son depredadores por naturaleza, y su instinto de caza puede activarse durante las caricias. Pueden percibir tus dedos como presas y reaccionar instintivamente con una mordida. - Comunicación:
Los gatos también usan mordidas suaves para comunicarse. Podría estar diciendo que le gustan las caricias, pero que en ese momento prefiere que pares.
Cómo manejarlo:
a. Observa sus señales:
Presta atención si empieza a mover la cola o a agitar las orejas, que indican que está llegando a su límite.
b. Corta las sesiones:
Asegúrate de no acariciar demasiado tiempo y respeta cuándo tu gato dice basta.
c. Introduce juguetes:
Antes de acariciarlo, deja que juegue con sus juguetes para liberar energía y reducir la tendencia a morder por instinto de caza.
Recuerda, cada gato es único y entender sus señales es clave para fortalecer su vínculo.